Es cierto que a ratos la trama llega a sentirse un tanto desarticulada (sobre todo a mitad de camino), pero al menos para mí no supuso un gran problema debido a que nunca dejé de sentir interés por lo que se narraba. Disfruté acompañando a Lin Wanyue en la frontera norte, seguirla en la rudeza de las batallas (pasajes que me emocionaron mucho más de lo que esperaba), en su ascenso militar y en las dificultades que se le presentaban respecto al encubrimiento de su identidad. Por el lado de Li Xian, hay un buen tramo en el que, tras su primer encuentro y convivencia con Lin Wanyue, pasa mucho tiempo antes de que se reúna con ella de nuevo (dos años dentro del tiempo de la historia), y durante ese periodo no la seguimos tan de cerca como a Lin Wanyue, por lo que tardé más en apreciarla como personaje, pero puedo decir que al final quedé bastante satisfecha con su fondo y desarrollo.  

arte del manhua, por ahora pausado

Respecto al romance, si bien al principio me desanimó un poco la idea de que Li Xian no se enteraría de la verdadera identidad de Lin Wanyue hasta llegar al último tercio de la novela, me terminó gustando por aquello del slow burn y por cómo aunque la vemos comenzar a preocuparse por el bienestar de Lin Feixing, realmente no llega a mostrar sentimientos románticos hacia él/ella hasta que sabe que se trata de una mujer, enfatizándose así que a ella solo le atraen las mujeres. 

Una vez que la verdad es descubierta, nos encontramos con un poco de angst fruto de las motivaciones iniciales de Li Xian (cosa que disfruté porque con ello se desarrolla uno de mis tropes favoritos: cuando un personaje comienza a relacionarse con otro teniendo intenciones ocultas, para luego arrepentirse de sus acciones porque sin planearlo llegó a sentir algo más por el mismo —la gran excepción siendo la versión hetero de "la apuesta", claro está), pero una vez que se calman las aguas y proceden a comprenderse la una a la otra en su totalidad, su relación pasa a ser de lo más dulce y cariñosa. (Aunque Lin Wanyue, aparte del corte de cabezas, es experta en ser una disaster lesbian de principio a fin, lo cual amamos). 

Y pues nada, me gustó mucho leerla y tomarme mi tiempo con su lectura (la estuve leyendo durante casi tres meses, bastante aceptable si tenemos en cuenta que en un formato impreso su extensión vendría a ser de mil y tantas páginas). Creo que una versión sáfica del cliché del crossdressing a la Mulán es algo que muches hemos ansiado tener en algún punto de nuestra existencia, y la autora de esta novela bien vino a hacer realidad nuestros deseos a través de dos protagonistas que pueden ser tan duras y tenaces como amorosas y vulnerables, permitiéndonos seguirlas a través de seis años en un viaje lleno de sentimientos, añoranza, dolor, sangre, violencia, estrategia militar y demás elementos propios de un romance histórico.