Este mes el blog cumplió once años de vida. Once años de hallar en este espacio el lugar ideal para desahogar mis penas y alegrías acerca de lo que leo, veo y/o escucho. Para recomendar y compartir mis piensos sobre la ficción que disfruto. 

Últimamente he visto a varios despedirse de sus blogs (aunque también a más de une volver) y entiendo totalmente sus razones, pero por más que yo me he llegado a plantear hacer lo mismo (que sí han sido varias veces), siempre termino con más motivos para quedarme que para irme. Porque sí, podrá haber periodos en los que publico menos (o de plano nada), y en los últimos años no he seguido una organización como tal, pero he aprendido que así es como me funcionan las cosas. Y aunque también es cierto que la falta de interacción llega a desanimar, en mi caso es algo que siempre he compensado con pensar en la posibilidad de haberle descubierto algo a alguien/haberle sido de ayuda de algún modo aun cuando no haya dejado huella de su paso por aquí (porque la mayoría de las veces esa suelo ser yo cuando visito otros blogs). Así que, a quienes siguen comentando, sepan que lo aprecio un montón; y a los que solo leen (que no es poca cosa), también les agradezco bastante. 

¿Y saben qué? Igualmente lo que me anima a seguir es la simple y gratuita satisfacción personal que me da escribir una entrada que a mí me gustaría leer (porque creo que aquí también aplica lo de "escribe el libro que te gustaría leer": escribe los posts que te gustaría leer). Entonces, ¿que quiero y tengo ganas de reseñar o recomendar un libro/un webcomic/una serie/un musical/una película/etc.? Sé que aquí puedo venir a hacerlo cuando quiera y pueda, y es donde más a gusto me siento. Es un hobby bonito, y mientras siga disfrutándolo, aquí seguiré. Tal vez no de manera constante o con la mayor estructura, pero como ya dije, así es como siempre ha funcionado para mí, así es como estoy contenta. Y pa'lante. 

Algunas estadísticas:

284 entradas (publicadas, porque  una vez me dio un ataque de cringe y devolví a borradores muchas de mis primeras reseñas; si contamos esas en total serían 523). 

592 seguidores. Siento que en algún punto dejaron de aumentar, pero no es algo que me quite el sueño porque entiendo que para quien no lleva un blog en blogger no hay mucho beneficio en darle clic al botón (y tampoco es como si últimamente hiciera algo para activamente subir el número, seamos honestos). Pero aún así debo decir que quisiera llegar siquiera a los 600 solo porque ya me harté de siempre ver la misma cifra. 

+500,000 visitas totales. 

Las 3 entradas más visitadas hasta ahora (curioso que todas sean del 2021): 

1. En conclusión, Word of Honor (aka el breve recuento de los hechos)

2. «La General y la Princesa Mayor» de Qǐng Jūn Mò Xiào

3. Parloteando sobre mi fancast de «If we were villains»

Y bueno, para terminar de celebrar la ocasión, se me ocurrió ponerme nostálgica comentando las que consideré mis lecturas favoritas del 2012, el año en que abrí este blog teniendo yo quince años, con todo y la imagen que usé para esa primera entrada de favoritos del año:

Un mundo felíz, Aldous Huxley. Fue uno de los primeros clásicos que leí. Lo conseguí en la primera feria del libro de Monterrey a la que asistí, y estaba muy orgullosa de haberlo terminado porque me tomó un buen tiempo completar su lectura. Yo creo que si lo releo me seguiría gustando. 

El caballero de la armadura oxidada, Robert Fisher. Este librito deautoayudesco estaba en algún lugar de mi casa y pues un día lo tomé y leí en una noche, sin saber que tiempo después me serviría para una tarea de la prepa (había que representar un guion de una obra de teatro y yo propuse adaptarlo y modernizarlo: en lugar de un caballero en una armadura era un hombre de negocios en su traje, qué original jajaja).

Bajo la misma estrella, John Green. Recuerdo que estaba emocionada porque era el primer libro que pedía por internet (aún no se publicaba en México, así que tocó leer la edición española), y también fue mi primero del autor. En ese entonces me gustó mucho, y si bien creo que en el presente no me causaría el mismo impacto, en esta casa seguimos apoyando a John Green y a sus adolescentes sabihondos.

The perks of being a wallflower, Stephen Chbosky. Aún no estaba publicado en español así que habré leído alguna traducción hecha por fans en PDF. Todo porque sabía que Emma Watson formaría parte de la adaptación, y así fue como terminé encontrando el libro que sería mi salvavidas durante mis últimos meses de secundaria, ay. 

En Llamas y Sinsajo, Suzanne Collins. Ahora ya solo dejaría En llamas, la verdad. Supongo que fue la emoción de haber terminado la trilogia, porque en retrospectiva veo a Sinsajo como mi menos favorito de los tres. Ah, pero qué buenos momentos nos regalaron Los juegos del hambre. 

Hija de Humo y Hueso, Laini Taylor. Siento que mi yo más joven se quedó con las ganas de terminar esta trilogia, y así seguirá porque no es como si ahora se me antoje acercarme a ella. Pero aunque no recuerde mucho de la trama, sé que disfruté esta primera entrega. 

La Huésped, Stephenie Meyer. Me lo prestaron y me sorprendió lo mucho que me gustó. Nunca fui muy fan de Crepúsculo, pero con los aliens y su cuarteto amoroso complicado sí me ganó la Meyer (pero qué onda con que nunca sacó la continuación).

Ciudad de Ceniza (The Mortal Instuments #2), Cassandra Clare. Ese año comencé a leer la saga. Este segundo también me lo prestaron y al parecer me gustó más que Ciudad de Hueso. Era la época en la que decía amar mucho al Jace Herondale, jeje. 

Correr o morir (Maze Runner #1). Ni siquiera quiero poner el nombre del autor. Thank you, next.

Rubí, Zafiro y Esmeralda, Kerstin Gier. Cómo amaba esta trilogia y a sus protagonistas. El viaje en el tiempo es uno de mis tropos favoritos desde siempre, así que yo encantada con la trama (además de que shippeaba mucho a Gwendolyn y Gideon). Ojalá las películas hubieran tenido más repercusión, aunque según recuerdo la última no me gustó tanto. 

Esas eran las lecturas que gustaban a mi yo adolescente que comenzaba a bloguear. Como habrán notado, la mayoría era lo popular en esos años, y yo era muy feliz leyendo sagas y trilogías Young Adult. Y también lo era leyendo reseñas y demás posts de otros blogueros, aprendiendo y sintiéndome inspirada por ellos, emocionándome con cada nueva entrada que publicaba... y eso creo que no ha cambiado.