Hace unas semanas se estrenó la adaptación cinematográfica del musical que me tuvo obsesionada el año pasado, justo por estas fechas (y del que les hablé por acá), Everybody's Talking About Jamie. A grandes rasgos, este cuenta la historia de un chico gay adolescente de un pueblo inglés que sueña con ser una drag queen y desea acudir a su baile de graduación en vestido y tacones. Y siendo que era una de las películas que más esperaba este año, terminé viéndola tres veces en su fin de semana de estreno (por Prime Video), porque así soy yo; a mí me dan un musical que me guste y lo voy a querer ver hasta el cansancio. 

Lo triste, no obstante, es que nadie estaba hablando de Jamie. Puedo entender que no sea una película que apele a un público amplio y lo que quieran, pero el hecho de que ni Amazon se haya molestado en promocionarla (como lo estuvo haciendo días atrás con Cinderella) sí fue algo que encontré bastante lamentable. Pero en fin, aquí se viene a frikear y por supuesto que no me iba a quedar con las ganas de venir a compartir lo que me gustó y lo que no de la misma, con la pseudoautoridad que me confiere el haber visto el proshot (la filmación de la puesta en escena) al menos unas diez veces.

👍

 1. Es una película queer con tintes de coming-of-age enfocada en la identidad y expresión de unx mismx

Eso es algo que desde un principio me gustó del musical en general, que no sea sobre el mero hecho de que Jamie es gay ni sobre un romance. Y no es que no quiera romances, adoro los romances como cualquier otra persona, pero luego es todo lo que hay cuando no son películas trágicas. Me gusta, pues, que esta sea una película musical con un mensaje bonito y positivo para la juventud queer, donde el dilema de su protagonista no es el salir del armario sino el buscar expresarse como realmente quiere y le viene en gana, donde cuenta con una madre que lo apoya al cien por ciento, donde puede decir "sí, soy gay y qué" pero aún así tenga uno que otro problema emocional por resolver. En resumen, es una historia cálida y sencilla sobre esa búsqueda y liberación que supone el poder expresarse y mostrarse tal cual unx es, y el cómo se conecta ese mensaje con la cultura del drag, la cual se ha vuelto mucho más mainstream en los últimos años, me parece una delicia. 

Simplemente cosas que pueden realizarse y mostrarse de manera diferente a través de los medios y lenguaje que ofrece el cine, trasladando muy bien la teatralidad del material original y de cierto modo ampliándola, como así lo vemos en el número de apertura «You Don't Even Know It», donde se hace visible la fantasía de Jamie más allá de su salón de clases, o en cómo se vuelve real la ilusión de la imagen en blanco y negro en «Work of Art»; al iniciar el número que abre el segundo acto «Everybody's Talking About Jamie» desde el autobús escolar, y por supuesto, mi favorita: «Over The Top» incluyendo el performance de Jamie en drag, cosa que en el montaje de la puesta en escena nunca se llega a ver (y les mentiría si les dijera que no se me salió una lagrimilla en esa parte).

3. La estupenda adición de «This Was Me»

Esta canción no pertenece al show original, fue escrita y compuesta exclusivamente para la película, y sirve para relatar un poco del pasado como drag queen de quien se convierte en el mentor de Jamie, Hugo (aka Miss Loco Chanelle), pero más que nada funciona como un homenaje al papel de las drag queens en la historia de la comunidad LGBTQ+ y un recordatorio acertadísimo para las nuevas generaciones sobre no olvidar a aquellxs que lucharon antes, y a quienes lamentablemente cayeron ante la terrible epidemia del VIH/SIDA. Además de que la secuencia está bellamente filmada/editada y protagonizada por un fabuloso John McCrea (actor que originó el rol protagónico en el West End) dando vida a la versión joven del personaje de Richard E. Grant, resultando en una escena tan relevante como conmovedora. Tan solo por ella vale la pena ver la película, se los prometo. 

👎

1. Problemas con el tono

Aprecio el que se haya querido encontrar un punto medio entre el tono del stage show y la experiencia real en la que éste se inspira (así presentada en el documental del 2011 Jamie: Drag Queen at 16, el cual comenté brevemente por acá). Claramente eso facilitó que se abrazara más el lenguaje cinematográfico. Sin embargo, también le costó parte de la personalidad y carácter que posee el stage show, donde todo se siente más ruidoso, vibrante y over the top sin que las partes emocionales ni el escenario/contexto en el que se sitúa la historia sufran por ello. En la película extrañé la presencia de los compañeros de clase de Jamie (los que no son el bully homófobo), por ejemplo, el constante sarcasmo y lo divertido de sus diálogos, así como ciertos matices de los personajes (la mamá de Jamie al final yéndose a divertir con Ray y Hugo porque ella también merece divertirse y pensar en ella, claro que sí; o mi queridísima Pritti Pasha, la mejor bestie, señalando el egocentrismo de Jamie y hablando de su hiyab en la escena de «It Means Beautiful» que, dicho sea de paso, es una de mis partes favoritas del stage show, y acá en la película sentí que se quedó corta al transmitir la ternura e intimidad del momento).

2. Me hizo falta «Ugly In This Ugly World»

Puedo entender la omisión de «If I Met Myself Again». También puedo perdonar el corte de «The Legend of Loco Chanelle» porque la canción con la que se sustituye es una rotunda belleza (la ya mencionada secuencia de «This Was Me»), e incluso puedo estar bien con que nos privaran del temazo que es «Limited Edition Prom Night Special» (aun cuando supuso no escuchar cantar a Shobna Gulati, quien fue y es parte del cast del stage show; y a cuyo personaje, Ray, la poderosísima amiga de la familia, también le cortaron una escena que para mí es súper importante). Pero lo que si nada más no me termina de convencer es la omisión de «Ugly In This Ugly World», en parte porque es pieza clave en mi interpretación personal de la obra, en parte porque es la canción que fija el tono tanto para el clímax del arco de Jamie como para la discusión con su madre. Y aunque la escena del campo de fútbol con la que de algún modo se reemplaza dicho número —el cual deja ver el autodesprecio que siente Jamie a causa de las palabras y el trato hiriente por parte de su padre— me gustó bastante, aún así no pude evitar sentir que le faltaba algo a ese tercer acto de la película.

—Mum. Do you ever wish I were just normal?
—No. Never. And what's normal anyway? This is normal for you.

En conclusión, Everybody's Talking About Jamie es una película que disfruté mucho y, aunque me queje de unas cuantas cosillas, la considero una buena adaptación del musical del West End. Así que si se les antoja ver un musical feel-good, queer y bonito que celebre la diversidad, recomiendo mucho echarle un vistazo. (¡Y si ya lo vieron cuéntenme qué les pareció!). 

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