Le tenía muchas ganas porque sabía que se trataba de una nueva adaptación de la obra teatral escrita por Mart Crowley (estrenada por primera vez en 1968), de la cual algo conocía mas no había visto (ni vía su otra adaptación de 1970 ni mucho menos la puesta en escena). Y tras verla confirmo lo mucho que disfruto de estas adaptaciones de obras que se desarrollan en un solo lugar y momento y en donde las actuaciones cargan con todo el peso porque realmente llegas a sentir como si estuvieras en el teatro... o al menos algo cercano a eso (otro ejemplo que me viene a la mente es American Son, también disponible en Netflix). Y bueno, la historia gira en torno a un grupo de amigos gays en el Nueva York de 1968, el cual se reúne para celebrar un cumpleaños, y ahí todo lo crudo que en ellos habita sale a la superficie, subyacendo temas como la homofobia interiorizada y las distintas formas en las que en aquellos tiempos los hombres homosexuales vivían sus vidas de manera cortada (que no es que en el presente todo sea miel sobre hojuelas, pero sin duda mirar hacia las realidades pasadas es una forma de advertir lo que ha cambiado y lo que aún falta por cambiar).

Finalmente, el primer puesto va para una de esas películas tranquilitas y emotivas sobre la vida, el amor, la pérdida y la familia que está destinada a ser. Gemma Arterton interpreta a Alice Lamb, una mujer huraña habitante de una villa inglesa durante la Segunda Guerra Mundial cuya vida solitaria da un giro al tener que cuidar de Frank, un niño que ha sido evacuado de Londres. Me gustó mucho, puede que hacia el final se pase un poco de melodramática y haya algunos detalles de la trama que en mi opinión no terminan de encajar, pero honestamente le perdono todo porque es muy bonita en su concepto, visualmente acogedora, hay representación lésbica y, aún más importante, [SPOILER] es un drama de época en el que las lesbianas tienen un final felíz, thank god! [FIN DEL SPOILER].