Título original: The Night Circus
Autora: Erin Morgenstern
Editorial: Umbriel / Urano
Gracias a Ediciones Urano por el ejemplar
Páginas: 441
Sinópsis: Dos magos enfrentados por el destino compiten en un desafío mortal en El circo de la noche, el hipnótico best seller que ha capturado la imaginación del mundo entero.
El circo llega sin avisar. No viene precedido de ningún anuncio. De pronto está allí, donde hasta el día anterior no había nada. Dentro de las carpas de rayas blancas y negras, se suceden eventos únicos y deslumbrantes. Se llama Le Cirque des Rêves, el circo de los sueños, y solo abre por las noches.

Pero, tras bambalinas, se desarrolla una feroz rivalidad: un duelo entre dos jóvenes magos, Celia y Marco, que han sido entrenados desde pequeños por sus instructores con este fin. Aunque no lo saben, este es un juego en el que solo uno puede sobrevivir. A pesar de los enormes riesgos, Celia y Marco pronto se enamoran y desencadenan una serie de temibles consecuencias, que, con su efecto dominó, dejan las vidas de todos los integrantes del circo, desde los artistas hasta sus dueños, pendiendo de un hilo.

★★★★

Este es uno de esos libros escurridizos que llevaba años queriendo leer, por lo que al ver que Umbriel lo había reeditado (y con esa portada tan bonita además) no dudé ni un solo segundo en decidirme: al fin me iba a enterar de qué iba el dichoso circo. Y así fue como felízmente me dejé hechizar por lo que esconde en su interior.

Mayormente ubicándose a finales del siglo XIX y desarrollándose mediante dos líneas temporales que por capítulos alternan pasado y presente, la historia gira alrededor de Celia Bowen y Marco Alisdair, dos jovenes que desde su infancia fueron elegidos para participar en una especie de desafío destinado a extenderse por años, y el cual los orillaría a desarrollar, pulir y superar sus habilidades mágicas, estando estas relacionadas con las ciencias ocultas en general, y en especial con el ilusionismo y la manipulación de la materia.

—Cómo es que no me has preguntado por mis trucos? —pregunta Celia (...)
Friedrick reflexiona en profundidad antes de dar una respuesta.
—Porque no quiero saberlo. Prefiero seguir en las sombras, para apreciar mejor la oscuridad.

No obstante, aquí el verdadero protagonista es el Circo: mítico y llamativo escenario que servirá como tablero de juego para el singular desafío y que nosotros como lectores llegaremos a conocer a fondo a través de la relación que con él guarda el variado conjunto de personajes, el cual abarca tanto a los que trabajan ahí y aquellos que lo hicieron realidad como a quienes les robó el corazón al dejarse maravillar por él. (De todos, los que más atrajeron mi atención fueron Poppet y Widget, mellizos que nacieron en el lugar durante la noche de inauguración, y que a consecuencia de ello poseen ciertas habilidades especiales). 

Se trata de una novela algo peculiar, con la que constantemente te envuelve la sensación de que lo importante sucede tras bambalinas, y en su lugar lo que se nos deja ver son piezas que con cautela van revelando e hilando elementos e ideas que al final formarán un todo coherente. Como si, precisamente, estuviésemos presenciando un gran truco de magia. 

Magia que asimismo se manifiesta a través de las palabras. Solo había escuchado cosas buenas sobre la prosa de la autora, por lo que realmente no fue una sorpresa el haberme encontrado tan absorta en ella de inmediato. Disfruté mucho la sutileza, fluidez y sensorialidad con la que empapa al relato en todo momento, además de que en serio hace un trabajo fenomenal al describir el circo y las muchas y fascinantes carpas que lo componen, haciéndote sentir como un visitante más; resultando en una lectura de lo más ambiental y atmosférica en la que el espacio es lo maravilloso.

Y hay magia en la narración. Está en los que escuchan, y para cada oído la historia será diferente y afectará a cada persona de maneras impredecibles.

Dicha experiencia inmersiva fue lo que me mantuvo pegada a las páginas, más que un interés especial por la trama o los personajes; y no lo digo porque estos últimos elementos me hallan parecido particularmente malos o flojos, aunque sí pienso que hay poco de excepcional en ellos. Un claro ejemplo de que a veces a la hora de contar una historia no importa tanto el qué, sino el cómo.

Lo recomiendo mucho si buscan una fantasía fuera de lo común; en El Circo de la Noche no hallarán mucha acción o una trama trepidante, pero sí ambientes abrasadoramente mágicos, amor puro por el arte de contar historias y sentimientos que afloran con delicadeza.